Translate

miércoles, 10 de octubre de 2012

HUYENDO DEL MONZÓN


Phuket es la isla mas grande de Tailandia situada en el mar de Andaman y ahí estábamos, después de mas de dos horas de un viaje divertido en la proa del ferry, nos encontrábamos en el puerto de Phuket. Teníamos dos opciones , o ir a “Patong” que es la zona turística y mas cercana de las zonas playeras, o quedarnos en “Old Town” en la parte vieja de la ciudad. Preguntamos cuanto nos costaba el taxi a un lado y a otro y la verdad es que había una exageración entre ellos. Nos decantamos por old town, no solo porque el taxi fuera mucho mas barato, sino porque íbamos a alquilar una moto igualmente y nos daba igual tener que recorrer mas isla para ir a la zona turística, realmente a nosotros eso nos daba igual, ya que queríamos ver todo, no solo la zona deseada.

Nos instalamos y como queríamos, alquilamos una moto un par de días y nos fuimos a la parte de Patong. El primer día fuimos a la playa cerca de la zona turística, hay varias pero nos plantamos en la primera que nos gustó. Estuvimos bañándonos y jugando con las impresionantes olas que habían esa tarde, el cielo se estaba oscureciendo, no porque fuera a ser de noche, sino por los nubarrones que venían del horizonte. Al igual que la mayoría de los bañistas que allí se encontraban, nosotros seguíamos dentro del agua y disfrutando. Empezó a llover y a oscurecerse cada vez más, cuando llego un momento que llovía mas fuerte, fue cuando decidimos que era suficiente y nos salimos del agua. Cuando estábamos en la arena, empezó a caer mas fuerte aún, tanto que tuvimos que refugiarnos en una restaurante enfrente de la playa. Tomamos algo mientras veíamos como la lluvia intensa bañaba todo y torrencialmente, con la fuerza típica e intensa que suele hacerlo por aquí.


Si nos “quejábamos” de Phi Phi Don Island por ser turístico, Patong ya era el colmo. Estaba abarrotado de locales y hoteles, clubes y pubs, hasta tenían un centro comercial de los más lujoso con todo tipo de tiendas y restaurantes. Paramos a comer allí un día en uno de esos restaurantes un magnifico kebab, ¡me encantan los kebabs! , dimos una vuelta y estuvimos mirando tiendas e incluso entramos en una sala de juegos recreativos para curiosear y trastear un poco, y donde cambiando tus bhats te daban otras monedas con la cara del famoso personaje de videojuegos Mario Bros llamadas “Token”, que podías utilizarlas para cualquier maquina o juego de la sala. Es una chorrada, pero me encanta estas tonterías, nos guardamos un par de Tokens de recuerdo je je. Cuando salimos, nos percatamos de que había llovido, ¡vaya! otra vez, ya era el segundo día, lo bueno de aquí en Tailandia, es que llueve mucho y tan fuerte que parece que todo se vaya a inundar y quedar mojado para siempre, pero a las pocas horas, por el calor y el bochorno, todo se evapora como por arte de magia, quedándose las calles secas y limpias.

Al día siguiente ya no tuvimos tanta suerte, llovía intermitentemente y muy a menudo, teníamos que entregar la moto y queríamos alquilarla mas días, pero visto el tiempo, la entregamos hasta nuevo aviso. Decidimos aprovechar y renovar de nuevo el visado, ya que la última vez que lo hicimos fue hace casi dos semanas y por lo tanto nuestro visado ya expiraba. Fuimos a una agencia, donde por cierto la señora, fue una de las mas amables y amistosas que nos hemos encontrado en Tailandia. Como la última vez que renovamos el visado, nos recogerían con una van junto a mas turistas para acercarnos a la frontera y así poder renovar. Esta vez fuimos a Ranong que hace frontera con Myanmar la antigua Birmania. Cuando llegamos a la frontera, nos sellaron la salida y a diferencia de la anterior vez en la frontera con Malasia, no fue tan rápido. Después del sellado de salida nos introdujimos tanto los turistas como nosotros en una embarcación típica birmana, estrecha y alargada. Teníamos que ir hasta el puesto fronterizo en Myanmar y lo hicimos por mar. Tardamos casi cuarenta minutos de trayecto. Mientras llegábamos veía los templos y estatuas de budas sobre las colinas y montañas en las costas de Myanmar, país también budista. Llegamos y nos sellaron tanto la entrada como la salida, apenas estuvimos veinte minutos. Sólo nos exigieron una foto carnet y un pago de tasa o impuesto de unos 30 dólares, que nosotros no pagamos en ese momento ya que venía incluido en el precio del pack que contratamos. Técnicamente se puede decir que he estado en Myanmar, ya que tengo el sello, pero la verdad es que no he podido disfrutar del país, lo dejo pendiente para la próxima vez. Volvimos en la misma embarcación en la que habíamos venido y entramos a Tailandia por donde habíamos salido, de nuevo otros 15 días de visado.



Al día siguiente salimos de la guest house o al menos eso intentamos ya que nos quedamos en la entrada contemplando la lluvia intensa como caía casi sin cesar durante un buen rato. Le preguntamos a la chica que estaba en la entrada y regentaba en ese momento el hotel, nos comentó que era normal en esas fechas (estábamos ya a finales de mayo) y que durante cuatro meses no veríamos el sol y sí, el cielo gris todos los días lloviendo casi sin cesar intensa e intermitentemente. Ha llegado la época de lluvias o llamado también Monzón. Nos quedamos chafados y por otro lado era algo de esperar ya que sabíamos que llegaría, pero este acontecimiento no habíamos querido incluirlo en nuestro viaje. No teníamos ruta establecida, ya que como he explicado alguna vez nos movíamos por la improvisación y de nuevo, improvisamos.

Estuvimos mirando opciones y sitios donde pudiéramos ir, resulta que en la parte occidental de Tailandia donde estábamos, en el mar de Andaman, las lluvias llegan antes por diversos motivos climatológicos y por la situación geográfica, etc... y en cambio en la parte mas oriental, donde se encuentra el golfo de Tailandia y otras famosas islas como Koh Phangan, Koh Tao o Koh Samui allí el clima durante mayo-junio es más benevolente. Así pues nos dirigimos hacia el golfo de Tailandia, concretamente a Koh Tao.

Contratamos de nuevo otro pack de viaje para llegar a las isla, primero fuimos en otra van hasta Surat Thani y luego una travesía nocturna en un ferry hasta Koh Tao.
Cuando llegamos no sabíamos donde ir. Un jeep que recogía a turistas y los dejaba en diferentes zonas de la isla nos recogió a cambio de un módico precio claro. Nos dejó en una zona medio turística cerca de la playa, pero no en primera linea. Estuvimos mirando y buscando alojamiento adecuado y barato. Nos costó un poco encontrar algo decente y económico, pero nuestra insistencia tuvo resultados.
Encontramos un poco mas apartado del meollo y el ruido concentrado de la zona turística, una serie de bungalows, que al quedarnos una semana pudimos regatearlo a muy buen precio. Nos salió a 350 bhats por día, unos 9 euros. El bungalow estaba equipado sobradamente para nosotros,¡agua caliente!, aire acondicionado, nevera, tv ( que nuca veíamos, no nos interesaba), wifi y el bungalow en sí que era espacioso y una maravilla con detalles que lo hacían realmente encantador. Una vez tuvimos el alojamiento resuelto, fuimos a por el transporte para nuestra semana.



Alquilamos una moto y resulta que aquí en Koh Tao, las gentes locales que alquilan motos, tienen un trapicheo con ellas bastante jodido, me explico.
Resulta que al alquilar una moto aquí (solo ocurre en Koh Tao que nosotros sepamos), firmas un papel con posibles daños que puedas causar a la moto, tipo arañazos, roturas de cualquier tipo etc.. es como una especie de seguro que hacen por si hubiera algún tipo de desperfecto y así cubrirse las espaldas. Pero el engaño o el aprovechamiento viene cuando al producirse algún arañazo , roce o cualquier cosa leve que puede pasar, ya que aquí en la isla, las carreteras estan muy mal y muchos caminos son de tierra. Ellos te ponen unas sumas muy elevadas de los daños. Te entregan la moto impoluta, nueva y brillante, como sacada de fabrica. Nosotros al entregarla después de una semana tenía algún arañazo en el lateral a causa de una caída leve, pero algo sin inportancia y casi inesistente. El caso es que al entregarla, nos recriminaron aquello y nos realizaron una suma excesiva y abusiva por dos arañazos de nada. Al final me tuve que encarar con ellos, amenacé con llamar a la policía, ellos se rieron y dijeron que por favor los llamara, en ese momento supe que no teníamos elección sabiendo que aquí la policía es corrupta y que seguramente estuvieran todos compinchados. Al hacerme la suma, ellos me hicieron como un descuento del total y cuando les amenacé con ir a la policía, me dijeron entonces que si viniera la policía, tendría que pagar la suma entera. Jairo no pudo con la rabia y tuvo que salir fuera, yo seguí discutiendo con ellos mientras observaba sus sonrisas hipócritas sabiendo que yo no tenía elección. Al final pagamos la suma llenos de indignación y rabia. Hablando con otros turistas nos comentaron que aquí suelen hacerlo y así sacar dinero al turista. Y que la próxima vez fuéramos a un negocio regentado por extranjeros. Yo personalmente siempre he procurado utilizar negocios y tiendas de la gente local en todos los sitios donde he estado, para así contribuir algo hacia ellos ya que supongo que lo necesitarán mas que un extranjero que ha montado un negocio, para vivir mejor de lo que ya vive. Pero en este caso y aquí en KohTao, si alguien viene recomiendo encarecidamente que alquile una moto en un local de extranjeros si no quieren ser timados o estafados.



Quitando este mal trago, el resto de la semana fue genial, íbamos con nuestra moto recorriendo la isla de pe a pa, visitando calas y caminos explorables. Nos encanta coger la moto y echar kilómetros, mientras nos deleitamos con los paisajes y sentir el aire en nuestras caras. También nos da por cantar, cantar alto y a dúo. Nos reímos bastante y lo pasamos genial gracias a nuestra complicidad.

Un día subimos a lo alto de la isla, digamos a un mirador, donde observábamos la costa y la parte donde nos ubicábamos. También hicimos snorkel, que en esta zona es muy rica en fauna marina y pudimos contemplar múltiples y diferentes tipos de peces de colores y coral por doquier. Buceamos y pasamos dos horas sin darnos cuenta detrás de los peces y sumergidos en un mundo acuático increíble.

Koh Tao es una isla no demasiado grande, pero si lo suficiente como para perderte y alejarte de la zona turística donde estábamos. Otra zona turística distinta era la del puerto, ésta sin playas cercanas. Puedes perderte y descubrir caminos que te llevan e introducen por bosques y vegetación selvática típica de la isla, visitar en lo alto miradores y obtener vistas privilegiadas. Playas y calas de postal, yendo con la moto parándote a tomar algo en un establecimiento de alguna familia local y contagiarte de la tranquilidad y el ritmo de vida pausado de las gentes de esta isla (y del país en general). Sin duda esta isla es otro acierto en nuestra improvisada ruta y una delicia para cualquier turista.

Un día quisimos y visitamos Nangyuan Island, que se encuentra a pocos kilómetros de Koh Tao y que uno puede divisar desde la playa. Alquilamos una embarcación, una especie de taxi acuático. Nos llevo a la isla y a última hora de la tarde nos recogería para llevarnos de vuelta.

Nangyuan Island es una isla espectacular con una pasarela de playa tipo como la de “Tup Island”, pero mas grande. Separando y constituyendo a un lado una especie de mini golfo, donde el agua es clara y transparente como la de una piscina y al otro lado también clara pero con algo de oleaje suave. La isla la forman dos pequeñas montañas o rocas emergentes y en medio la playa formando las dos costas. Subimos a una de las pequeñas montañas, donde uno tiene vistas de la isla completamente espectaculares.
Pasamos el día bañándonos y disfrutando de la isla y al atardecer volvimos a Koh tao y contemplamos de nuevo otra puesta de sol desde la playa principal...

Durante nuestra estancia hubo un par de días que el monzón hizo acto de presencia. Cuando llegó la hora de irse decidimos volver a Krabi Town, ya que el tiempo empeoró como en Phuket.
Salimos de Koh Tao cogiendo el ferry de igual manera que como habíamos llegado, de noche. Pero este trayecto iba a ser algo mas emocionante. Había tormenta, pero no una tormenta normal, sino monzónica. Las tormentas monzónicas son muy intensas y con muchos rayos. Imaginaros el oleaje aquella noche. Estaba a parte de tumbado o acostado para dormir como todo el mundo, espectante de lo que ocurría y notando como se movía el ferry de esa forma exagerada que parecía que volcara o se hundiera en cualquier momento, o como si se fuera a partir en dos por la forma que subía y bajaba las olas. Miraba por las ventanas y veía como el horizonte se volvía loco y parecía como que daba vueltas de campana o eso me parecía a mi. Tanto fue el tambaleo que cuando quise ir al aseo me agarraba como podía y aún así no pude evitar caer al suelo como un muñeco, viendo a lo lejos el descojone de Jairo. Después de la primera hora, me acostumbré a aquello y pude dormir hasta llegar a Surat Thani.

Una vez en Krabi Town, que volvimos por la buena sensación que vivimos un mes atrás. Decidimos que teníamos que cambiar de intenciones. La nuestra era viajar por Laos, Vietnam y Cambodia, pero con el monzón encima y con cuatro meses por delante de lluvias, teníamos que cambiar de estrategia. Estuvimos mirando opciones y rutas y alternativas y al final decidimos nuestro próximo destino hacia el sur huyendo del monzón.





Mi estancia en Tailandia ha sido de placer, sin planes personales transcendentales ni espirituales. Mi estancia tanto en Nepal e India fue de aprendizaje y de crecimiento interior. Aprendiendo nuevas cosas y sobre todo, de mi mismo. En este caso, en este paraíso terrenal llamado Tailandia me he dejado llevar por las circunstancias, disfrutando del entorno y placeres de este país. De la compañía y el sentimiento hacia Jairo creando un vinculo para compartir esta aventura juntos.

Pienso que en esta vida, aunque uno cambie y evolucione en la dirección que sea, no tiene por qué cambiar radicalmente su carácter o forma de ser. Uno puede descubrir cosas en la vida, aprender lecciones vitales que le aporten y eso enriquecerte sin prescindir de lo que antes te aportaba o te sigue aportando. Dejando que lo nuevo sume y aporte mas a tu vida e intentando restar lo que no te favorece y aporte. Uno va cambiando su forma de pensar, sus sentimientos y prioridades pero lo que es la esencia, tu ser... sigue siendo lo mismo y no tiene por qué variar en absoluto. Creo mas que el equilibrio tan codiciado en esta vida, está en saber disfrutar de todo, sin miedos ni prejuicios, ni engaños ni vergüenzas y sobre todo con Amor. Si uno quiere explorar su lado espiritual no tiene por qué convertirse en otro ser distinto al que era, tan solo porque está descubriendo nuevas cosas.

Viajando como he viajado, he visto y me he percatado de las múltiples diferencias que existen entre Occidente y Oriente, pero quizá la mas significativa para mi sea esta. El ser humano digamos lo así, se compone de entre lo material y lo espiritual. En Occidente por religión, cultura y sociedad hemos desarrollado más las parte material, centrándonos en nosotros en ese aspecto, dejando que el ego y orgullo maneje nuestro estilo de vida, preocupándonos sólo de nuestro aspecto físico y el éxito personal basado en el egoísmo materialista, olvidándonos y despreocupándonos del aspecto espiritual. En cambio en Oriente ocurre justamente lo contrario, por cultura, religión, la sociedad se ha preocupado mas en el aspecto espiritual, dejando a un lado el aspecto material hacia uno mismo creando en ello unas desigualdades atroces, tanto en un lado (Occidente), como en el otro (Oriente). El equilibrio esta en preocuparse de ambos aspectos. El físico, ya que no es solo por un aspecto o apariencia, sino por salud y el espiritual sin olvidar las necesidades físicas y materiales despojándose del ego para disfrutarlas sanamente. Uno puede rezar a Dios o a uno mismo, meditar o realizar actividades mundanas o divinas y dar gracias al destino por la bendiciones que te brinda en tu camino gozando y disfrutando de los placeres terrenales que te ofrece la vida y el ser humano. Sin radicalizarse ni obsesionarse con ningún aspecto en concreto.
Hay tiempo para todo y momento para ello, para lo espiritual y lo material.



lunes, 1 de octubre de 2012

ISLAS DE TAILANDIA II


Koh Lanta era perfecta, nuestra estancia se convirtió en un bienestar inesperado. Aunque estábamos muy a gusto, queríamos seguir indagando, descubriendo y recorriendo sitios.


Calita en Phi Phi Don

Seguimos nuestra particular ruta, decidiendo a dedo nuestro siguiente paso. Sin planear nada especial y sin prisas. Así pues decidimos ir a las famosísimas “Phi Phi Islands”, unas de las islas mas carismáticas de Tailandia. En realidad son un grupo de islas en mitad del mar de Andaman entre Koh lanta y Phuket, situándose también a tan solo cuarenta y tres kilómetros de Krabi. Se compone de dos islas principales, Phi Phi Don Island y Phi Phi Lay Island, esta última famosa por la película “The beach” de Leonardo Dicaprio y su playa Maya Bay.
Desembarcamos en Phi Phi Don y para sorpresa nuestra y mas viniendo de donde veníamos, la isla estaba para nuestro parecer demasiado turística, con muchos locales y restaurantes, e incluso muchos de los mismos siendo propiedad de extranjeros y no de las gentes locales. Caminábamos con nuestras mochilas cargados y entre sus calles veíamos, tiendas de comida, de recargas de móviles, alguno no, algunos 7eleven. La parte central de la isla estaba dividida como en calles, calles llenas de tiendas de todo tipo para todo turista, desde agencias de viajes y buceo hasta de ropa occidental, Aquello parecía mas el casco antiguo de algún pueblecito costero mediterráneo lleno de tiendas vendiendo souvenirs que una isla paradisíaca. Tengo que decir que para nosotros si que fue algo chocante, ya que veníamos de Koh Lanta que es mucha más tranquila.


TON SAI BAY




Pasado el primer momento buscamos alojamiento, aquí al ser tan turístico y famoso y peculiar, la isla es mas cara de lo habitual. Pero bueno...encontramos uno en condiciones y aunque fuera mas carillo para nosotros, era de los mas económicos de la isla ya que preguntamos en casi todos. Nos instalamos y fuimos a aprovechar el día, ya que llegamos temprano por la mañana. Lo primero que fuimos a ver fue la playa, que daba a la parte de atrás del puerto. Llevándonos una sorpresa al ver que aquella maravillosa playa con unas vistas increíbles, uno casi no podía bañarse ya que la orilla estaba manchada por los residuos de las lanchas y embarcaciones a motor. Una verdadera lástima que la tengan así y mas aún cuando al entrar a la isla te hacen pagar un impuesto de 20 bhats para el mantenimiento y limpieza de la isla...
Dimos un paseo por la playa, disfrutando de las vistas, que a pesar de lo antes mencionado uno puede deleitarse igualmente de ellas. Después nos dirigimos a la playa opuesta que se sitúa justamente al lado del puerto "Ton Sai bay", donde tiene un pequeño paseo marítimo de palmeras típicas de estampa. Pudimos darnos un baño en sus aguas cristalinas y disfrutar del momento, rodeados de los acantilados de la isla y de las embarcaciones pequeñas situadas mas adelante enfrente nuestra. Después de una hora empezaron a llegar embarcaciones de turistas, atracando cerca nuestra y poco a poco fueron invadiendo nuestro espacio de baño y sentenciando el mismo.


LONG BEACH

Visto que la parte central de la isla era demasiado “estresante” para nosotros, fuimos a investigar un poco mas dirigiéndonos hacia otra playa (Long Beach). Nos dijeron que aquella era mucho mas tranquila, lejos de embarcaciones y edificaciones. La isla Phi Phi Don es muy estrecha por el centro y tiene la anchura de 2 o 3 calles, ensanchándose por sus laterales que lo forman unas montañas y los acantilados de las mismas. Pues bien, para dirigirnos a la playa “Long Beach”teníamos que bordear la isla, recorriendola por caminos y senderos que bordeaban calas y bosques con mucha vegetación. Tras el pequeño senderismo llegamos al fin a la playa. ¡Esto es otra cosa! Arena blanca, agua limpia y clara... había un par de resorts pero estos no estropeaban la armonía de la playa. Mientras te pegas un chapuzón puedes ver enfrente la isla Phi Phi Lay y algunas islitas o rocas emergentes que la rodean. Long Beach era una autentica playa paradisíaca. Lo mejor no solo era la playa en sí, sino el camino para llegar a ella, Que como he comentado antes teníamos que atravesar bosques y calitas llenas de encanto, regalándonos tramos de auténtica aventura.


El agua mas azul del mundo
Al día siguiente decidimos ir a visitar la famosa isla Phi Phi lay. Contratamos un tour para ello, donde nos llevarían a conocer una playa en otra isla cercana “Monkey Bay”, adivinar por qué. Nos llevaron a una zona cercana a Phi Phi Lay en que nos quedamos maravillados y asombrados de la belleza del lugar. Nos adentramos saliendo de alta mar en una laguna (Pileh) rodeada de altísimos acantilados,  de aguas azules, pero un azul nunca visto hasta entonces. Los acantilados eran tan altos que costaba alzar la cabeza hacia arriba e incluso había eco por la forma en que estaba rodeada la zona.  Sus aguas transparentes dejaban ver los corales y peces exóticos de colores, estábamos todavía asimilando aquella maravilla cuando nos dirigimos a la famosa playa que se accedía por una diminuta cueva y por la parte de atrás atravesando la pequeña isla hasta llegar a un sendero tal y como en la película aparecía donde unas grandes hojas de palmeras bloquean la salida de tal sendero. Cuando las apartas y descubres la salida, descubres también la preciosa playa Maya Bay.






 Ahí estábamos de nuevo en un lugar mágico y famosísimo, la marea estaba baja lo cual pudimos adentrarnos sin que cubriera casi nada. Como en todos los tours, estábamos controlados por horarios y llegó la hora de irnos, no después de haber inspeccionado los alrededores y hacernos la respectivas fotos. Habíamos disfrutado de un tour realmente maravilloso donde creíamos que iba a ser como los anteriores, pero sorprendidos descubrimos mas sitios que la preciosa naturaleza nos tenía reservado.
PILEH LAGOON

Decidimos quedarnos otro día mas en Phi Phi Don y ese día hicimos senderismo buscando uno de los tres miradores que tiene la isla, caminamos un par de horas para poder ver el atardecer desde lo alto y ¡vaya que si lo vimos! A parte de ver el sol como se ponía, veíamos la isla desde una panorámica privilegiada, donde divisábamos la parte mas estrecha y las dos playas con el puerto bañándola.



VISTAS DE PHI PHI DON

Decidimos que nuestra estancia ya era suficiente y habíamos visto todo lo que teníamos que ver, y quedarnos mas tiempo era mas gasto para nosotros. Preferíamos estar en otro sitio mas barato y nuevo.
Cogimos un ferry que nos llevaría hasta Phuket. Mientras esperábamos a que todo el mundo subiera , se organizara y arrancara, nos pusimos en un lateral del mismo contemplando las aguas transparentes y viendo a los peces de colores nadando cerca y alrededor nuestra. Había un hombre al lado que grababa con su super camara de video hd (lo sé porque miré a su pantalla y ¡madre mía! parecía mas real su imagen que la propia), mientras daba de comer a los peces para que así se agruparan para poder grabarlos. Nos quedamos junto a otros pasajeros, atontados viendo a los peces como iban de trozo de comida en trozo. Al rato cuando empezó a moverse el ferry bordeamos el lateral hasta llegar al otro lado donde se entraba hacia el interior, Jairo entró y yo me quedé afuera y me coloqué en la parte mas adelante del ferry.

Haciendome amigo del capitan

Todavía no sé distinguir ni ubicar popa y proa, no sé si popa es la parte delantera o la trasera. Siempre los confundo, también es verdad que cuando me lo han dicho o explicado en el momento, si, pero luego se me olvida como es el caso. Son esas cosas que se te quedan confusas en la cabeza y que por mucho que te lo expliquen mil veces no se te queda y un día por lo que sea, ¡zas! se te queda, pero todavía no ha llegado ese día con popa y proa... Esto me recuerda a una de mis tardes con Teresa, mi profesora de ingles, en las que ella con todo su empeño intentaba meterme en la cabeza la diferencia entre el Much y el Many y yo aúnque me sabía la teoría perfectamente, nunca lograba distinguirlos y utilizarlos adecuadamente, digamos que el Much y el Many son mi Proa y Popa.
El caso es que estando en la parte delantera del ferry, digamos donde se colocaron Leonardo Dicaprio y Kate Winslet en Titanic con los brazos abiertos recibiendo esa sensación de vertigo, pero a una escala mucho menor claro, estaba yo. Contemplando como salíamos de la paradisíaca isla, rumbo a alta mar, atravesando islas y rocas gigantes. Volví a buscar a Jairo, para que no se perdiera esa sensación y compartirla juntos. Ya los dos en la proa (¡taran!), veíamos como pasabamos cerca de las islas que habíamos visitado dos días antes en el tour e íbamos alcanzándolas y dejándolas atrás. Cuando empezamos a adentrarnos en el mar el oleaje era mas fuerte. Nosotros estábamos tan adelante que nos agarramos bien a las barandillas para no desestabilizarnos del movimiento del ferry. Ya que subía y bajaba de una forma bastante exagerada, parecía mas que estuviéramos en una atracción de feria, ya que cuando el ferry bajaba después de la subida producido por olas verdaderamente grandes sentíamos un cosquilleo en el estómago muy fuerte provocándonos una risa tonta y hasta a veces carcajadas haciendo que llorásemos de risa. Estábamos pasándolo como niños, calculando y pronosticando que la próxima ola sería fuerte y agarrándonos con fuerza y riéndonos mientras nos mirábamos el uno al otro, compartiendo complicidad y disfrutando de algo tan simple que hacía que fuera ese momento tan feliz como lo estaba siendo...

LONG BEACH