De repente todo cambia, surge una nueva visión de las cosas. Mientras tanto sigo caminando entre el caos, un caos agonizante, inquieto y cada vez mas grande. Estoy tocado, afectado por el dolor y la miseria que veo y vivo. Pero de tanto convivir con ese caos amenazante ya para mi, surge un pensamiento, una razón, surge un despertar del que haré mi forma de vida.
Desde una lejanía, en la cual creo perder el rumbo, me paro a pensar, converso conmigo mismo llegando hasta profundidades nunca exploradas. Y es ahí, en la oscuridad...en la soledad, donde encuentro una consciencia, la consciencia.
Soy consciente de lo correcto, aunque a veces no puedo evitar que mi alma llore cuando la desnudo y observo mis errores, faltando a mi palabra y dejándome llevar por las vanidades. Me juzgo más de lo que debería, aun a riesgo de victimarme. Cada vez soy más consciente de lo bueno y de lo malo, adquiriendo una nueva visión para intentar corregir mis errores y realzar mis aciertos. Quizá no, sé que eso que llaman cielo e infierno no esta ahí afuera, esta justo en nuestro interior,debiendo ser nosotros mismos nuestro propio Dios. Juzgándonos y condenándonos al infierno y por el contrario concediéndonos el perdón que nos lleva al cielo. Al cielo de nuestra comprensión, donde nuestros actos o pecados están resueltos y por lo tanto se abre el camino para buscar y hallar la deseada paz interior. Esa búsqueda eterna de la paz, que se debate entre el bien y el mal, el cielo y el infierno.
Tenemos que ser conscientes y convivir con ello, con ambas cosas. Ser conscientes de que existe y a la vez ese todo, no es nada. No existe el cielo eterno, ni hay mal que cien años dure, por lo tanto se consciente y busca en ti el equilibrio.
Es difícil hacer lo correcto, salen más fáciles las palabras que los actos, pero en nuestra valentía esta demostrárnoslo e intentarlo siempre, desde esa consciencia sin temor a equivocarse y lo mas importante...sin temor a nosotros mismos.
Ser consciente es despertar
Ser consciente es ser uno mismo, con lo bueno y con lo malo.
Vive con tus deseos y tus miedos, no te frenes ¡utilízalos!, ábrete paso y sé consciente.
Soy consciente de lo correcto, aunque a veces no puedo evitar que mi alma llore cuando la desnudo y observo mis errores, faltando a mi palabra y dejándome llevar por las vanidades. Me juzgo más de lo que debería, aun a riesgo de victimarme. Cada vez soy más consciente de lo bueno y de lo malo, adquiriendo una nueva visión para intentar corregir mis errores y realzar mis aciertos. Quizá no, sé que eso que llaman cielo e infierno no esta ahí afuera, esta justo en nuestro interior,debiendo ser nosotros mismos nuestro propio Dios. Juzgándonos y condenándonos al infierno y por el contrario concediéndonos el perdón que nos lleva al cielo. Al cielo de nuestra comprensión, donde nuestros actos o pecados están resueltos y por lo tanto se abre el camino para buscar y hallar la deseada paz interior. Esa búsqueda eterna de la paz, que se debate entre el bien y el mal, el cielo y el infierno.
Tenemos que ser conscientes y convivir con ello, con ambas cosas. Ser conscientes de que existe y a la vez ese todo, no es nada. No existe el cielo eterno, ni hay mal que cien años dure, por lo tanto se consciente y busca en ti el equilibrio.
Es difícil hacer lo correcto, salen más fáciles las palabras que los actos, pero en nuestra valentía esta demostrárnoslo e intentarlo siempre, desde esa consciencia sin temor a equivocarse y lo mas importante...sin temor a nosotros mismos.
Ser consciente es despertar
Ser consciente es ser uno mismo, con lo bueno y con lo malo.
Vive con tus deseos y tus miedos, no te frenes ¡utilízalos!, ábrete paso y sé consciente.
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