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sábado, 25 de agosto de 2012


Toda la sociedad se ha desarrollado en torno a una idea que básicamente es hipócrita. Tienes que ser lo que los demás quieren que seas, no lo que eres. Por eso todo se vuelve falso, ficticio. Mantienes la distancia incluso en la amistad. Permites a los demás que se acerquen sólo hasta un cierto punto. Si alguien se acerca demasiado quizá pueda ver detrás de tu máscara. O quizá se dé cuenta de que no es tu cara sino sólo una máscara, y tu cara esta detrás. En el mundo que hemos estado viviendo hasta ahora todas las personas han sido mentirosas y falsas.
Mi visión del nuevo hombre es la de un rebelde, la de un hombre que está buscando su ser original, su rostro original. Un hombre que está preparado para renunciar a todas las máscaras, todas las pretensiones, todas las hipocresías, y mostrarle al mundo quien es en realidad. No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen, tú seguirás estando satisfecho e inmensamente complacido.

Tu conciencia, entendimiento y valentía de que estás decidido a encontrarte y tu compromiso con esto disolverá todos los rostros falsos que te han sido adjudicados por los demás. Ellos también son inconscientes (tus padres, tus profesores), no te enfades con ellos. También son víctimas como tú. Sus padres, los profesores y los sacerdotes han corrompido sus mentes; tus padres y tus profesores te han corrompido a ti. Nunca se te ha ocurrido pensar que fuese incorrecto lo que te enseñaban tus padres (que te quieren), tus profesores o tus sacerdotes. Pero es incorrecto y ha creado un mundo incorrecto. Es totalmente incorrecto. Y la prueba se extiende a lo largo de toda la historia: las guerras, los crimenes, las violaciones...
Millones de personas han sido asesinadas, degolladas y quemadas vivas en nombre de la religión, en nombre de Dios, de la libertad, de la democracia, en nombre del comunismo; bellos nombres. Pero lo que sucedió al amparo de esos bellos nombres es tan desagradable que un día el hombre mirará a la historia como si fuese la historia de la locura, no la de una humanidad sana.

Un hombre de verdad, un hombre sincero, un hombre que conoce el amor y la compasión y que comprende que la gente está ciega, inconsciente, dormida, espiritualmente dormida...Hacen las cosas medio dormidos. Has estado condicionado durante tanto tiempo, tantos años, toda tu vida, que deshacerte del condicionamiento también te llevará un tiempo. Te han cargado con toda clase de ideas falsas, mentiras. Te llevará un tiempo renunciar a ellas, reconocer que son falsas y ficticias. En realidad, en cuanto te das cuenta de que algo es falso no es difícil renunciar a ello. Cuando reconoces lo falso como falso se cae por su propio peso. Basta simplemente con reconocerlo. Se rompe tu conexión, tu identidad. Y cuando desaparece lo falso, aparece lo verdadero con toda su novedad, toda su belleza, porque la sinceridad es belleza, la autenticidad es belleza. Simplemente ser tu es ser bello.


                                             "El libro del hombre"  -- Osho --





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